martes, 3 de julio de 2007

textos inéditos de ORDEN ALEATORIO, en preparación

Artes amatorias de una chica cristiana

A Carmen.

Y hay algo que te empuja a frotarte y frotarte
Entre los muslos húmedos.
Oscar Hahn

Otra vez. Se introyecta en mí,
pistilo a pistilo, órganos inoperantes sobre la bañera
que abren labios sobre un espejo quebrado donde
dos labios que se besan a sí mismos –un poco de Freud-
hablan en quiebros –como los terribles
niños de la pieza oscura de Lihn- ¿Lo has leido?
Mi medusa que parásitando en mí y fuera también
me das golpes de corriente en la ducha
y lo peor te mascullas eso de
el consejillo de ancianas o un tratado medieval
que disocia carne y alma , es por eso que
has manipulado tu cuerpo al punto de lo ficticio
para que no crezcan como dos naranjas jugosas
tus pechos / por esa necesidad del padre
y por miedo -y como medio eficaz tambien- abortar todo
/Incesto
pero has visto como crecen las caderas pletóricas–
eso un poco reluce – como enviste-
para los foráneos que te asaltan en los espacios públicos
- también púdicos-
y la volátil estocada que advierte
lo grácil, lo efímero, lo torpe de tu cristiana impostura
– respetando
cierto brillo que emerge de tu rostro
angelical que acicalas y ensayas en tu espejo
los domingos para el corpus
la receta / el folletín/ el kamasutra ilustrado
los aderezos.
.


El Tajo


Y ella que sueña que alguien la espere
desembarcando en Lisboa
pero el Tajo no es el Tajo, ni la herida que advierte el nombre
porque el Tajo no es más bello que el río que pasa por mi aldea
- Pessoa-
porque sólo del río importa – su fluidez- su ladera
:Gestos, fraseos, yámbicos jadeos
El curso sexual que atrasa
La velocidad real de lo que se pierde
por un segundo, pero al otro lado de la vereda,
allí de pronto, se abre un mundo dentro
de otros posibles y soñamos sin boletos
un Mapocho sentados en un banco en el Forestal









O en un café tipo París………




Narciso muere

Narciso muere
No sin antes tener una noche de amor
con sí mismo, donde sus labios se besan
y ella es una metáfora que muerde la almohada.

Narciso muere
Huele las flores silvestres
–sobre todo las que llevan su nombre-

Narciso muere

Y ahora se gasta la vida en ganársela.

Algo así como piedras en el agua.

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