Octavio Gallardo Cantillana (1974) Director del periódico CARAJO, responsable del programa cultural joven de la XVI Feria internacional del libro, Becario Fundación Neruda -2000- Ha publicado OCTUBRE (Ed. Tácitas,2004) Becario fondo nacional del libro, prepara su libro ESPECIES EN CAUTIVERIO y CORDILLERA - el último en el marco de la colección Rieles, Alianza editorial MAGO- CARAJO.
Tendedero de otoño
Ella cuelga de abril
como de las hojas cuelga el viento
ella cuelga del viento
como de mis dientes cuelga el amorío
ella cuelga del amorío (y se balancea)
como cuelgan sus calzones en el tendedero
Ambos colgamos del tendedero
y reímos del frío que nos produce
la brisa colgando de abril.
Ella cuelga de abril
como de las hojas cuelga el viento
ella cuelga del viento
como de mis dientes cuelga el amorío
ella cuelga del amorío (y se balancea)
como cuelgan sus calzones en el tendedero
Ambos colgamos del tendedero
y reímos del frío que nos produce
la brisa colgando de abril.
Así:
Has leído Venus el pudridero? María
pues hallarías un fósforo apagado
bajo el anaquel. Como Nerón,
podría haber incendiado la ciudad,
pero solo anudó su oxígeno inmediato
y es más, se contrajo. shttttttttssss.
Semejante a poner el dedo mojado
sobre una vela en palmatoria. Ahora
bien, te invito a pensar en la figura
policial; aquel es un detalle desde
donde emergen ciertos cuestionamientos
elementales y perentorios, podrías
suponer que el autor ha incendiado
sus libros anteriores sin causa
aparente y como un asesino en serie
se ha desecho de sus propias tribulaciones.
Otra tesis? Pues bien, supongamos que
meó sobre el sol incandescente
por afán o por lujuria, sin desmedro de
la ansiedad por emitir juicios soberbios
e insolentes. Deberíamos preguntarnos,
entonces ¿Qué parte de la evidencia tuvo
oportunidad de arder y en qué momento?
A ciencia cierta solo sabemos que hubo
un minuto en que la llama estuvo y aunque
pequeña, fue brutalmente naranja al centro,
luego dijo lo que dijo, antes de soplar
o poner la yema sobre el fuego.
Has leído Venus el pudridero? María
pues hallarías un fósforo apagado
bajo el anaquel. Como Nerón,
podría haber incendiado la ciudad,
pero solo anudó su oxígeno inmediato
y es más, se contrajo. shttttttttssss.
Semejante a poner el dedo mojado
sobre una vela en palmatoria. Ahora
bien, te invito a pensar en la figura
policial; aquel es un detalle desde
donde emergen ciertos cuestionamientos
elementales y perentorios, podrías
suponer que el autor ha incendiado
sus libros anteriores sin causa
aparente y como un asesino en serie
se ha desecho de sus propias tribulaciones.
Otra tesis? Pues bien, supongamos que
meó sobre el sol incandescente
por afán o por lujuria, sin desmedro de
la ansiedad por emitir juicios soberbios
e insolentes. Deberíamos preguntarnos,
entonces ¿Qué parte de la evidencia tuvo
oportunidad de arder y en qué momento?
A ciencia cierta solo sabemos que hubo
un minuto en que la llama estuvo y aunque
pequeña, fue brutalmente naranja al centro,
luego dijo lo que dijo, antes de soplar
o poner la yema sobre el fuego.
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